sábado, 28 de abril de 2012

EL REFRÁN



“Quien predica en desierto pierde el sermón, y quien lava la cabeza al asno pierde el jabón”
Es inútil razonar con los torpes o con los que no muestran interés alguno por lo que se trata.

lunes, 16 de abril de 2012

ORIGEN DE: Alfombra



Sabemos que existe desde hace más de 30.000 años. Eran de pelo o de junco y sobre ellas se extendía la yacija para dormir.
En la corte de Ptolomeo de Egipto eran de púrpura y de lana y se colocaba debajo de los lechos de oro.
La alfombra más antigua conservada es del siglo V a.C. y procede de los persas.
El primer país europeo que importó alfombras fue España en la Edad Media y estaban tejidas con pelo de camello o de cabra. En España, donde primero se tejieron fue en Alcaraz, pueblo de Albacete.
Etimológicamente parece ser que viene del árabe “al-jumra” = cubrir, tapar.
Sebastián de Covarrubias en su “Tesoro de la lengua Castellana” dice a este respecto: “Alhombra es lo mismo que tapete, vale tanto como “colorada” porque está tejida de muchos colores, ante todo el que más campea es el colorado”

sábado, 14 de abril de 2012

Sal a mi encuentro



Sal de entre las sombras de ésta incertidumbre que mantiene a mi alma en vilo…
Asoma tu mirada, tras los muros del silencio que está separándonos,
e ilumina mi vida, que ya no es vida, por tu ausencia…
Pronuncia la frase mágica, y volaré sobre las alas del viento,
hasta detenerme frente a tu figura de hombre frágil y fuerte al mismo tiempo, tierno, sensible, dulce y cariñoso.
No me prives del placer, de poder abrazarme a tu cuello
y sentir que tus brazos me recuerden que estoy viva. 
¡Ven! Acércate a mí, hombre amado, lejano y escurridizo,
¿acaso no percibes en el aire, el aroma del amor que te envían mis suspiros?

Estrellafugaz

martes, 3 de abril de 2012

FRASES CÉLEBRES




“España y yo somos así, señora”

Eduardo Marquina (1879-1946) fue un dramaturgo y académico de la Lengua. En su obra teatral “En Flandes se ha puesto el sol”, el segundo acto termina con el verso de la cita: “España y yo somos así, señora”. Es la explicación que Diego de Carvajal, el protagonista, un hidalgo que ha sacrificado todo, excepto el honor, por la felicidad de su dama, da a ésta al ser cuestionado.
La frase ha quedado y todavía hoy es expresada por “algún hidalgo ibérico” (de los pocos que quedan), para satisfacer a su dama, dando razón de su romántica y quizás excesiva galantería.