Las Ideas y Los Tiempos

El Mandeísmo

Era una casta agnóstica dirigida por una casta sacerdotal a orillas del río Jordán. Tenían dos clases de sacerdotes: los ‘tesoreros’, que eran los que estaban iniciados en el más alto nivel; y los ‘discípulos’, con un grado menor de iniciación.

Sus textos sagrados son: ‘El libro de Adán’. ‘El libro de Juan’. ‘Cantos e himnos para el bautismo y la ascensión’, ‘Rollos secretos’, ‘Primer gran mundo y el primer pequeño mundo’.

En el Mandeísmo se oponen dos reinos: el de la luz y el de las tinieblas. En el reino de la luz su demiurgo es Ptahil que se enfrenta a Ruha y sus hijos en el reino de las tinieblas que son los signos del Zodiaco y los demonios. Se habla de un redentor que baja a la tierra para salvar a las almas atrapadas en las tinieblas, que es el cuerpo del hombre, y que ha sido elaborado por Ruha y los demonios. Liberadas las almas, vuelven a la luz. En este retorno las almas han de superar numerosos puestos que montan los demonios para impedir su ascensión. La única manera de impedir que los demonios secuestren el alma es con el ritual mandeo, que es el bautismo en agua viva, Este bautismo ha de repetirse para mantener el alma limpia sin la mancha de la materia.

Tradicionalmente se considera a Juan el Bautista como el verdadero Mesías y no Jesús de Nazaret. Éste es considerado un falso mesías. Los mandeos consideran a Jesús un traidor a quien Dios castigó con la crucifisión como castigo.

Los mandeos tienen diecisiete mandamientos. Coinciden prácticamente los diez de la iglesia católica y además tienen, entre otros,  la prohibición de la brujería, de la circuncisión, del alcohol, del divorcio, del aborto y del suicidio. Además afirman que quien no engendra hijos no tendrá un lugar en el cielo, por eso el matrimonio es obligatorio para ellos y les está permitida la poligamia.

En la actualidad se calcula que quedan sólo unos 50.000 mandeos en Irak y alrededor de unos 7.000 en Irán.

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