miércoles, 23 de enero de 2013

El Silbo Gomero


Un leguaje que se silba – 1


Es un elemento cultural que define a la comunidad de la isla de La Gomera y también a toda Canarias.
Es capaz de reproducir cualquier lengua hablada y ha sido utilizada por los guanches y castellanoparlantes para comunicarse a distancia. Es parecido al canto de los pájaros, pero con una potencia como para llegar más lejos. Parece que se puede oír hasta una distancia de ocho quilómetros.

Es un lenguaje silbado para comunicarse a través de los barrancos, característico de La Gomera, pero también se “habla” en El Hierro, Tenerife y gran Canaria.

  

El Silbo Gomero: Un leguaje que se silba - 2


El Gobierno Canario, debido al peligro de la desaparición del silbo, declaró en 1999 el silbo gomero como patrimonio etnográfico de Canarias y reguló su aprendizaje en la escuela. En 1998, hubo una proposición de ley para que se incorporara su enseñanza en los programas escolares de las escuelas de la isla Gomera. El proyecto comenzó a aplicarse en las aulas el 10 de enero de 2000 en 17 centros escolares de la isla. Se ha conseguido que sea declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

 

El Silbo Gomero: Un leguaje que se silba - 3


Según los especialistas en el Silbo Gomero, es un lenguaje que emplea seis sonidos, dos de ellos serían “vocales” y los otro cuatro consonantes y se pueden expresar más de 4.000 conceptos o “palabras”.

El hecho de silbar para comunicarse no es exclusivo de los habitantes de Canarias. Este lenguaje también se da en otras zonas del mundo, donde la orografía montañosa y la baja densidad de población dificulta las comunicaciones. Así en zonas del Nepal, entre los indios Zapotecas de los montes de Oaxaca en Méjico e incluso en el Pirineo Francés, también se da este curioso lenguaje silbado.

Estos lenguajes no son exclusivos de ningún idioma, sino que pueden ser silbados en cualquier idioma.
 

El Silbo Gomero: Un leguaje que se silba - 4


El Silbo Gomero se utilizó diariamente hasta la primera mitad el siglo pasado.
Tanto de día como también en las noches los campesinos lo utilizaban para comuncarse los acontecimientos. Elos lo hacían de casarío a caserío, de montaña a montaña, los pastores o de una casa a otra dentro del mismo pueblo, los lugareños. Las mujeres lo utilizaban para llamar a sus hijos o al marido,  los pastores para preguntar por su ganados extraviados. Mediante el silbo se anunciaban las desapariciones de personas, las defunciones, los nacimientos o cualquier otra noticia de  interés. Hasta citas amorosas se cuenta que tenían lugar, dando origen a enamoramientos sin verse, como sucede hoy en Internet.


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