viernes, 26 de mayo de 2017

En la cala

Cada tarde hay conmigo
buena gente de mar
que canta, bebe y riñe
y de pronto se va…
Acaso soy yo el único
con quien no cuentan ya.
Porque son tantos esos
que he visto que se van,
desde que estoy en tierra
sin pipa y sin cantar.
Mi barco está en la cala
esperando zarpar…
Saben todos que ahora
tengo miedo a un puñal
y que hasta un organillo
me haría sollozar
si no fiera que tengo
las barbas grises ya.
¡Qué larga desde tierra
la soledad del mar!
Y este otoño de mástiles
y este soplo fugaz
y ese pontón sin lastre
que cruje al cabecear.
Pero, remiendo el casco
roto de tiempo atrás.
Y voy zurciendo lonas
y anudando el estay
a ver si el aparejo
resiste un tiempo más.
Aunque viejo, el velero
capea el temporal.
Y un día, aunque haya viento
contrario, y tempestad,
¡qué diablos, largo trapo
para siempre jamás!

Gregorio Castañeda Aragón

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Imagen:https://www.google.es

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