MARCA MUJER

Ana Bolena (Kent, 1501 – Londres, 1536

Reina consorte por el matrimonio con Enrique VIII y madre de la reina Isabel I. Murió ejecutada, acusada de adulterio, incesto y traición. Hoy se cree que fue inocente. Es considerada como mártir en la religión protestante inglesa.

Se educó en casa de la archiduquesa Margarita de Austria, siendo diplomático su padre en los Países Bajos. Más tarde continuó su formación en París. Cuando volvió a Inglaterra, sus biógrafos la describen como una mujer no particularmente bella, pero coinciden en afirmar que tenía encanto especialmente por sus ojos y pelo negros. Pero sobre todo resultaba encantadora, por su personalidad, su elegancia, y sus dotes para la música, para el baile y la conversación. El Rey  Enrique VIII, que estaba casado con Catalina de Aragón, dado que todos lo hijos varones que había tenido habían muerto jóvenes, estaba obsesionado por tener un heredero. Se enamoró de Ana Bolena, pero esta se negó a convertirse en su amante. Él le propuso matrimonio y ella aceptó, a condición de no tener relación prematrimonial. Entonces el rey solicitó a la Santa Sede la anulación de su matrimonio con Catalina. Ésta fue despojada del título de reina y Ana fue coronada al contraer matrimonio con Enrique. Fue el principio de la ruptura con la Iglesia Católica, ya que, al no aceptar la Santa Sede la anulación del anterior matrimonio, se declaró que Enrique VIII era, a partir de ese momento el líder espiritual de Inglaterra y no el papa de Roma.

Ana fue acusada de ser adúltera e incestuosa, diciendo de ella que tenía varios amantes, entre ellos su propio hermano Jorge Bolena. Fue detenida y llevada a la Torre de Londres. Los acusados como amantes fueron ejecutados y ella fue decapitada.

Los historiadores se ponen de acuerdo en afirmar que causó su muerte la crueldad de Enrique, defraudado en su esperanza de tener un hijo varón. El intento con Ana fue un fracaso y el rey quiso deshacerse de ella.

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