La soledad de Emilia Pardo Bazán

La condesa doña Emilia Pardo Bazán (La Coruña 1851 – 1921) nos presenta al hombre en su más primitiva humanidad sometida al instinto. Su narrativa se incluye dentro del naturalismo moderado y está llena de colorido, plasticidad y una energía audaz y viril.

En LA SOLEDAD, dos estudiantes, Jacinto, estudiante de Derecho y Marcos, de Medicina, despertaron en Estela, decididos a ver mujerío en aquel Jueves Santo en que todas están guapísimas.  Un cierto romanticismo, el correspondiente al retraso mismo de la educación sentimental, les hacía  aspirar amores sublimes. De súbito, al ver pasar a una señora de cara oval y pálida, y pupilas infinitamente tristes, se estremecen: asegurarían ambos haberla visto antes en alguna parte…

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