miércoles, 29 de enero de 2020


Las Ideas y las Tiempos

Nicolás de Cusa (Kues, Alemania, 1401- Todi, Italia, 1464)

Teólogo, místico, doctor en Derecho Canónico y cardenal. Se interesó por la lógica,  la geometría y la astronomía.
 Como astrónomo afirmó que la tierra giraba alrededor del sol, que el espacio es infinito, que las estrellas son soles y que el  mundo sirve de comparación para expresar la omnipotencia divina.
Su pensamiento principal está en el concepto, que él define como “coincidentia opositorum”, coincidencia de los opuestos. Todos los opuestos, todas las contradicciones de la realidad, dice él, se superan en Dios. Como filósofo afirma que no puede sucederle nada mejor al hombre que saberse ignorante. Se llega así a una ignorancia docta. La sabiduría no viene infundida desde fuera, sino que está dentro de uno mismo.  Al  respecto escribió “La docta ignorancia. Allí se nos dice:
 “La unidad no es un número sino el origen de todo número. Entonces no hay número ni máximo ni mínimo ya que siempre es posible un número mayor o menor. Es pues el principio de todo número, en cuanto mínimo; y el fin de todo número, en cuanto máximo. La unidad absoluta es Dios.”
El mundo de las cosas es el mundo del número y de la multiplicidad y no de la unidad. En él hay contrarios, lo grande y lo pequeño, el ser y el no ser. Todo puede ser medido según el más y el menos. El mundo, afirma, es diferenciación (explicatio) de todo cuanto se encuentra unificado (complicatio) en Dios. Dios es lo Absoluto ya la vez es lo uno y múltiple.

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