Las Ideas y Los Tiempos

Sabino de Espoleto (Siglo III, Italia -Spolto, 303)

Es conocido también como San Sabino de Asís. Fue un obispo de una parroquia de Asís, capturado y ejecutado por orden del emperador Diocleciano. Antes de ser obispo de Espoleto, vivió una vida eremita en el bosque de Liba. Como mártir, su fiesta se celebra el 7 de julio. Fue el prefecto de Tuscia, Venustiano, quien llevó a cabo la detención de Sabino y de sus diáconos Marcellus y Exusperantius.

Se cuenta que Sabino, durante la vista de la causa, quiso entablar enfrentamiento verbal con el prefecto y éste le propuso la disyuntiva de ofrecer sacrificio a los dioses o morir martirizado. Sabino eligió morir y, a su vez, ofreció al prefecto enseñarle la falsedad de los dioses romanos. Tomó una estatua de Júpiter, la arrojó al suelo y quedó hecha añicos. El prefecto mandó  cortarle las manos a Sabino. Mientras esperaba en la prisión fue curado por una piadosa viuda, llamada Serena. El prefecto, que padecía dolores oculares, al enterarse de que Sabino había realizado curaciones, le pidió que le diera medicinas. Sabino, le bautizó con sus manos mutiladas, lo curó y le instruyó en las creencias cristianas. Venustiano hizo bautizar también a su esposa y familia.  Enterado el emperador Maximiiano, envió al tribuno Lucius para decapitar al prefecto y su familia. Terminada la vista de la causa, Sabino fue flageado hasta la muerte.

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