MARCA MUJER

Irene Sarantapechaina ( Atenas, 752 – Lesbos, 803)

Fue emperatriz de Bizancio, esposa del emperador León IV y madre de Constantino VI.

Cuando murió León IV, Irene tomó la regencia en nombre de Constastino, que contaba con diez años de edad. Sufrió un ataque por parte del príncipe abasí Harún al-Rashid, su ejército fue derrotado y tuvo que pagar un fuerte tributo durante tres años.

Un hecho importante que llevó a cabo fue el de restaurar el culto a las imágenes que había sido prohibido por León III y llevado a cabo por los iconoclastas. Convocó un Concilio en Nicea, en el que se declaró heréticos a los iconoclastas y se estableció que los iconos no deberían ser objeto de adoración, sino sólo de veneración.

Irene siguió gobernando, incluso después de que su hijo se hiciera adulto, lo cual supuso la oposición de Constantino. Se urdió una conspiración contra la Emperatriz, pero fue descubierta y su hijo fue encarcelado. Los iconoclastas, apoyados por Constantino, tramaron poner en el trono a Nicéforo, hermano de León IV, pero también esta conspiración fue descubierta y como castigo, Nicéforo y  Constantino fueron cegados y a los demás se les corto la lengua. Se cree que Constantino murió a causa de estas heridas y que, al no tener rival, Irene fue la primera emperatriz de Bizancio en nombre propio y no como consorte o regente.

En el año 800 el Papa León III coronó a Carlomagno como Emperador  y envió embajadores a Irene, proponiéndole matrimonio. Irene no aceptó, prefiriendo a uno de sus favoritos y no reconoció al emperador.

Una nueva conspiración depuso a Irene del trono y colocó en él a Nicéforo I. Irene fue desterrada a la isla de Lesbos, donde murió).

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