Cuento encadenado

Pues era una vez el gallo Quirico que estaba escarbando en la orilla del río y se le rompió el pico, y pasó por allí un zapatero que le dijo:

-¿Qué te pasa, gallo Quirico?

- Ki, ki, ki, escarbando me he roto el pico.

- No te preocupes -dijo el zapatero- que si me das manteca, yo te arreglo el pico.

Y el gallo Quirico se fue muy contento a buscar a la vaca y le dijo:

- Vaca, dame manteca.

Pero la vaca le contestó:

- Tienes que darme hierba.

Y el gallo Quirico fue a la pradera y dijo:

- Pradera, dame hierba.

Pero la pradera le contestó:

-Tienes que darme agua.

Y el gallo Quirico dijo a las nubes que estaban en el cielo:

- Nubes, dadme agua.

Pero las nubes le contestaron:

- Tienes que darnos viento.

Y el gallo Quirico dijo al águila:

- Águila, dame viento.

Pero el águila contestó:

- Tienes que darme un cordero.

Y el gallo Quirico dijo al pastor:

- Pastor, dame un cordero.

Pero el pastor le contestó:

- Tienes que darme pan.

Y el gallo Quirico dijo al panadero:

- Panadero, dame pan.

Pero el panadero le contestó:

- Tienes que darme leña.

Y el gallo Quirico dijo al monte:

- Monte dame leña.

Pero el monte le contestó:

- Tienes que darme un hacha para cortarla.

Y el gallo Quirico dijo al herrero:

- Herrero, dame un hacha.

Pero el herrero le contestó:

- Tienes que darme carbón.

Y el gallo Quirico dijo al carbonero:

- Carbonero, dame carbón.

Pero el carbonero le contestó:

- Tienes que darme dinero.

Y el gallo Quirico dijo al banquero:

- Tienes que darme dinero.

Y el banquero se lo dio y entonces el gallo Quirico dio al carbonero dinero y el carbonero le entregó el carbón. Con el carbón, el herrero le entregó el hacha. Con el hacha el monte cortó leña. Por la leña, el panadero le dio un pan. Por el pan el pastor le dio un cordero. Por el cordero, el águila produjo viento. Con el viento, las nubes dieron agua. Con el agua, la pradera dio hierba. Con la hierba, la vaca dio mucha leche y de la leche salió la mantequilla que el gallo Quirico dio al zapatero y el zapatero, agradecido, arregló el pico al gallo Quirico. Y colorín colorado, este cuento ha terminado.

(cuentos populares)

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