sábado, 14 de noviembre de 2020

 Las Ideas y Los Tiempos

Nietzsche (Friedrich Wuoheim Nietzsche, Rökenm 1844 . Wuimar, 1900)

Filólogo, músico, poeta, profesor, filósofo y teólogo.

Debido al delicado estado de salud que padecía recorrió varias ciudades italianas, suizas y francesas, en busca de un clima que le fuera favorable.

Entre el año 1878 y su muerte, Nietzsche escribió un libro por año. Entre otros, “Aurora, Reflexiones sobre los prejuicios morales”, “La gaya ciencia”, “Así habló Zaratustra” y “Más allá del bien y del mal”.

A partir del 1889, en el que sufrió un colapso mental, empezó a tener síntomas de demencia, que se fueron definiendo en ataques cada vez más frecuentes de modo que fue ingresado en varias clínicas en distintos períodos de tiempo. A partir de 1893, su hermana Elisabeth se hizo cargo de controlar y publicar los trabajos no publicados de su hermano.

Nietzsche afirma que la sociedad occidental está inmersa en el nihilismo. El nihilismo, dice, es la desvalorización de los valores supremos. Ya no se reconoce un único valor supremo, sino que cada vez se van reconociendo otras muchas cosas como valorables. La visión religiosa del mundo ha sufrido muchos cambios y la democracia afirma individualidades no dependientes de Dios que tiende a la igualdad como valor. El resumen de la idea de Nietzsche está en su famosa frase: ”Dios ha muerto”. Con la frase, Nietzsche no intenta provocar sino avisar al hombre occidental de que es inevitable asumir que el dios judeocristiano ha muerto y que los valores vigentes ya  no sirven. Dice él que este “nihilismo” será superado cuando  el “Úbermensch” (El superhombre) traiga nuevos valores, valores que serán de “señores” en sustitución de los vigentes valores de “esclavos”.

El valor de los esclavos, dice, es propio de los débiles y oprimidos. Rechaza el valor de los poderosos y da como buenas las cualidades de los débiles como son la paciencia, la resignación, la humildad, el servicio, la mansedumbre, la misericordia, los valores del cristianismo. La moral de los señores, en cambio, aprecia como bueno el orgullo y la fe en sí mismos, el dominio y la fortaleza, lo que es superior. Triunfó la moral de esclavo, la humildad y la obediencia se tienen como valores buenos, mientras que el orgullo se volvió vicio y pecado. Se invirtieron los valores, de modo que rico, poderoso, ateo, malvado son sinónimos; como también lo son pobre y santo.

Para Nietzsche los seres vivos tienen un impulso instintivo hacia la supravivencia, un deseo de ir más allá de todos los demás, incluso de sí mismo, incluso más allá de la muerte. Este impulso irracional es la única “razón de ser”, es lo que da sentido a la existencia. Considera Nietzsche que el ser humano es un ser incompleto que está a mitad de camino entre el simio y el superhombre. El hombre debe ser saltado, superado. Debe aceptar el eterno retorno, como amor a la vida. No es el final el paraíso de los cristianos, puesto que no hay nada más que la tierra y el mundo. Después de la muerte, está otra vez la tierra y el mundo. Así, una rueda que se mueve por sí misma hasta llegar al ideal del Superhombre.

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