MARCA MUJER

Sibila de Anjou (1112 – 1165)

Era hija de Fulco de Jerusalén y de Enmengarda de Maine. Se casó en el año 1123 con Guillermo Clito, aportando el condado de Maine. El matrimonio fue anulado al año siguiente por el papa Honorio, a petición del tío de Guillermo, Enrique I de Inglaterra, alegando consanguineidad. El padre de Sibila se opuso a la anulación y fue excomulgado por Honorio.

Sibila acompañó a Fulco, su padre, que ya estaba viudo,  al Reino de Jerusalén donde se casó con Melisenda convirtiéndose en rey. Sibila, que entonces tenía diecinueve años, conoció en Tierra Santa a Teodorico, conde de Flandes y se casó con él. Teodorico marchó a la Segunda Cruzada y Sibila se quedo de regente estando embarazada. Esta circunstancia la aprovechó Balduino, conde de Henao, para atacar a Flandes. Sibila contraatacó y tuvo que intervenir el arzobispo de Reims para firmar una tregua. Cuando Teodorico volvió, se vengó de Balduino.

Con cuarenta y cinco años, Sibila acompañó a su marido en una peregrinación a Tierra Santa. Una vez en Jerusalén, Sibila se negó a a volver con su marido y se quedó como religiosa en el convento de Marta y María de Betania, donde murió.

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