lunes, 12 de agosto de 2024

Las Ideas y Los Tiempos

Los ocho cielos de los Yekuana

Jahuakudahana: Este es el primer nivel del cielo, allí viven los Attitiudi Hana, los dueños del aliento, de la palabra y del ritmo. Nunca duermen ni comen. Enseñan a los huhai a escuchar y cantar en otras lenguas.

Iadekuna: El segundo cielo, hogar de los Setawa Kaliana, maestros de los huhai. No comen, no duermen, hablan y no trabajan. Solo se sientan con las manos apoyadas en la cabeza y los codos en las rodillas. Ven todas las cosas y enseñan a los huhai a ver como ven los demás.

Mahekunahana: Casa de la gente murciélago, los Dedewashihiamo. Dueños de las maracas, que son para los yekuana instrumentos sagrados. A diferencia de los demás, los murciélagos no necesitan wirikis (piedras de cuarzo mágicas) en sus maracas, pues ellos son capaces de hacerlas sonar vacías.

Iadiñakuna: Cuarto cielo. Conocido como el más hermoso de todos, es un lugar coronado con el gran lago azul Akuena en todo el medio, cuya agua se conoce como akene. Esa agua es curativa, igual que la hierba que crece alrededor y se llama Kaahi. En este cielo viven la mariposa morphoazul, Mahewa; Muna, (interpretado por algunos traductores como una tonina, y por otros como un manatí) y el pez Dinushi, la anguila eléctrica. Estos tres espíritus ayudaron a Wanaddi en su labor creadora. Al morir las personas en la tierra su espíritu sube hasta este lago donde se curan y forman parte de la vida del cielo.

Ennemadi: En este cielo viven los Weweyeena, los guardianes de los wirikis, los cristales de cuarzos que forman parte de una maraca mágica. Con estos cuarzos se puede usar la maraca para capturar y destruir espíritus de Odosha.

Marawahuña: El sexto cielo es el hogar de los tres pájaros sagrados, que los chamanes convocan con sus maracas cuando necesitan su ayuda espiritual. Estos son Muddo, el pavita; Tawaadi, el aguitacamino y Hohottu (o Hohooti) el gavilán. Cuando estos bajan a la tierra, los chamanes y los curanderos usan sus poder para atrapar o destruir espíritus que estén enfermando a la gente.

Shiriche Kumenadi: Este es el séptimo cielo, hogar de todas las estrellas.

Motadewa: El octavo cielo es el cielo supremo, donde vive Wannadi junto a toda su familia. Este es el destino final para los bienaventurados. Este es el verdadero cielo, donde, igual que en la tierra, hay montañas, aguas y árboles. Sin embargo allí no existen ni el hambre, ni la muerte, ni las enfermedades, ni el dolor, pues todo esto solo lo pueden hacer Odosha y sus espíritus, y ellos no pueden subir al cielo.

(De la red)

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