Las Ideas y las
Tiempos
El budismo
En la actualidad
el budismo tiene muchas escuelas y prácticas distintas, por lo que resulta
difícil definirlo. Está extendido prácticamente por todo el mundo.
Su fundador
fue Siddhartha Gautama en el siglo V a. C. en la India. Se propagó rápidamente
y en el siglo III a. C. fue declarado religión oficial. En el siglo XIII d.C.
se había propagado por todo el continente asiático, pero curiosamente, en la India casi había desaparecido.
Siddharha Gautama, siendo joven y habiendo sido impactado por la visión de un
anciano, un enfermo, un cadáver y un asceta, decidió buscar el sentido del
sufrimiento e inició una vida de religioso mendicante, renunciando a sus bienes
y posición social.
Experimentó el
hambre el ascetismo y la mortificación y descubrió que estas prácticas le procuraban
una mayor lucidez, mayores energías y mayor profundidad en sus meditaciones.
Después de esta experiencia, comió, se sentó bajo una higuera y prometió no
levantarse hasta descubrir la solución al sufrimiento y ser un Buda. Esto
ocurrió cerca de Benarés y este lugar actualmente es un centro de
peregrinación. Parece ser que pasó la noche meditando y tuvo la visita de
“Mara” (demonio) que le tentó. Venció las tentaciones y llegó a experimentar un
estado de libertad con respecto a las pasiones, un estado de “no retorno”,
llamado “Nirvana”, que significa “cese de sufrimiento.” Entonces se sintió
iluminado y se dedicó a llevar sus enseñanzas por toda la India.
El budismo
enseña que “El Nirvana” es posible para todos. Todos tenemos la capacidad de
alcanzarlo. En el budismo no hay jerarquía, la autoridad está en los textos
sagrados.
El Fundamento
budista, llamado “Dharma”, puede descubrirse solamente por la disciplina y
práctica personal. Las llamadas “Cuatro Nobles Verdades” del budismo son: la
vida incluye sufrimiento (nacimiento, enfermedad, vejez, muerte…); la causa del
sufrimiento es el deseo insatisfecho; el sufrimiento se extingue, si se
extingue la causa; el camino para extinguir el sufrimiento es el “noble
camino”: evitando los extremos entre satisfacción y mortificación, sabiduría,
conducta ética, meditación y consciencia plena del presente de manera
continuada.