La araña en el ojo de la cerradura
Un buen día, a una araña inquieta no se le ocurrió otra cosa que
meterse en el ojo de una cerradura. Disfrutaba pensando que allí nadie la
descubriría y que en cambio ella, asomada el borde, podría observarlo todo.
Era el sitio ideal según pensaba, y allí se metió. Iba imaginando donde tejería
sus redes: En el marco de la puerta la de
los mosquitos, en el umbral , la de
las moscas, y otra en el escalón para los gusanos…
Se estaba regocijando con la idea de que el
lugar aquel era seguro, estrecho, inaccesible, cuando oyó uno pasos y se retiró
al fondo de su nueva morada.
Apenas tuvo tiempo de nada más, una llave se encajonó con violencia
en el agujero y la aplastó.
Leonardo da Vinci
(Tomado de la red y resumido libremente)
Imagen:https://www.blogger.com/
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