lunes, 26 de mayo de 2025

Viene Esopo con cinco perros

Uno mordedor.

Otro mentiroso

El tercero es forzudo pero muy prudente.

El cuarto establece pactos con la zorra muy beneficioso para ésta.

El quinto, cuando aprende la lección ya es tarde.

El hombre al que mordió un perro

Un perro mordió a un hombre y éste corría por todos los lados, buscando quién lo curara. Un vecino le dijo que mojara un pedazo de pan con la sangre de su herida y se lo arrojase al perro que lo mordió. Pero el hombre herido respondió:

-¡Si así premiara al perro, todos los perros del pueblo vendrían a morderme!

El perro y el cocinero

Preparó un hombre una cena en honor de uno de sus amigos y de sus familiares. Y su perro invitó también a otro perro amigo.

-Ven a cenar a mi casa conmigo –le dijo.

Llegó el perro invitado lleno de alegría. Se detuvo a contemplar el gran festín, diciéndose a sí  ismo:

-¡Qué suerte tan inesperada! Tendré comida para hartarme y no pasaré hambre por varios días.

Estando en estos pensamientos, meneaba el rabo como gran viejo amigo de confianza. Pero al verlo el cocinero moviéndose alegremente de allá para acá, lo cogió de las patas y sin pensarlo más, lo arrojó por la ventana. El perro se volvió lanzando grandes alaridos, y encontrándose en el camino con otros perros, éstos le preguntaron:

.¿Cuánto has comido en la fiesta, amigo?

-De tanto beber, -contestó- tanto me he embriagado, que ya ni siquiera sé por dónde he salido.

El perro de pelea y los perros sencillos

Un perro había sido muy bien alimentado en su casa y fue adiestrado para luchar contra la fieras. Un día, al ver un gran número de ellas colocadas en fila, rompió el collar que le sujetaba y rápidamente echó a correr por las calles del pueblo. Lo vieron pasar otros perros, y viendo que era fuerte como un toro, le preguntaron:

-¿Por qué corres de esa manera?

-Sé que vivo en abundancia, sin hambres, con mi estómago siempre satisfecho, pero también siempre estoy cerca de  la muerte combatiendo a esos osos y leones –respondió.

Entonces los otros perros comentaron:

.Nuestra vida es en verdad pobre, pero más bella, sin tener que penar en combatir con leones ni osos.

El perro, el gallo y la zorra

Cierta vez un perro y un gallo se unieron en sociedad para recorrer el mundo. Llegada una noche, el gallo subió a un árbol y el perro se arrecostó al pie del tronco.

Y como era su costumbre, cantó el gallo antes del amanecer. Oyó su canto la zorra y corrió hacia el sitio, parándose al pie del árbol. Le rogó que descendiera, pues deseaba besar a un animal que tenía tan exquisita voz. Le suplicó entonces el gallo que por favor, primero despertara al portero que estaba durmiendo al pie del árbol. Y entonces el perro, cuando la zorra buscaba cómo establecer conversación con el portero, le saltó encima descuartizándola.

El perro y la almeja

Un perro de esos acostumbrado a comer huevos, al ver una almeja, no lo pensó dos veces, y creyendo que se trataba de un huevo, se la tragó inmediatamente. Desgarradas luego sus entrañas, se sintió muy mal y se dijo:

-Bien merecido lo tengo, por creer que todo lo que veo redondo son huevos.

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