Epicuro (Samos, 341 a.C. – Atenas, 270 a. C.) (B)
Su doctrina (epicurismo o hedonismo) consiste en proclamar que vivir en el placer, evitando el dolor, constituye la felicidad. Distingue tres clases de placeres:
Los que son naturales y necesarios, como el alimento y el vestido, que hay que satisfacer de manera equilibrada.
Los que son naturales pero no necesarios, como la conversación, el sexo, las artes, que hay que satisfacer de manera moderada.
Los que son innaturales e innecesarios, como el poder, la fama, que no hay que satisfacer, porque son superfluos.
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