FÁBULAS

 LA MULA PERSISTENTE

 Un campesino tenía una mula muy vieja, que se cayó a un pozo de su finca. El hombre, creyendo que sería imposible sacarla de allí, pensó que lo mejor sería sepultarla para que no sufriera tanto aquel animal que por tantos años le había servido. Así que llamó a sus vecinos para que le ayudaran a enterrarla.

Empezaron a echar paletadas de tierra sobre la mula y ésta se sobresaltó, pero al comprobar que al sacudir el lomo, la tierra caía al suelo, pensó que si continuaba sacudiéndose, la tierra caída le ayudaría a subir.

-¡Sacudir y subir, sacudir y subir, este es el secreto! –se dijo para animarse.

Ya no le importó el dolor que los continuos  golpes de tierra le proporcionaban. A cada paletada, ella continuaba sacudiendo el lomo y subiendo poquito a poquito sobre la tierra caída.

Ya estaba muy cansada, pero el nivel había subido hasta tal punto, que la mula en un último esfuerzo dio un salto y salió de las paredes de aquel pozo. Aquella tierra que parecía la iba a enterrar, fue su salvación por la manera que supo afrontar la adversidad.

Anónimo

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