Bernardette Soubirous ( Lourdes, 1844 – Nevers, 1879)
Famosa mística y religiosa, canonizada por la iglesia
católica. Su cuerpo permanece incorrupto
en Nevers. Se cuentan hasta dieciocho apariciones marianas las que tuvo, siendo
una niña pastora, así como un gran
número de milagros que tuvieron lugar.
Su nombre completo era el de Marie-Bernarde Soubirous y
era la mayor de nueve hermanos de una familia que vivía en el sótano de un
molino en pobreza extrema. Bernardette tenía una salud delicada debido a la
mala nutrición, al haber padecido la enfermedad del cólera y más tarde del asma.
Por tener que atender a sus hermanos no asistió a la escuela y no aprendió a leer
hasta los dieciséis años.
La primera revelación de la Virgen María a Bernardette
fue el 11 de febrero del año 1858 y continuaron durante seis meses, cuando la
niña de catorce años acudió a recoger leña en las proximidades de un torrente en compañía de una hermana y una
amiga. Sintió un rumor como de viento y pudo ver en el interior de una gruta
una ‘jovencita’ que en su decimosexta aparición se reveló como la Inmaculada Concepción.
Mientras duraron las apariciones, las autoridades
acusaron a Bernardette de perturbar el orden público. Fue interrogada en varias
ocasiones y ella mantuvo la calma y se limitó a narrar lo que había sucedido en
cada aparición. Los vecinos se mostraban divididos, mientras había quienes
creían a la niña, otros la tachaban de loca. En una visión, la Virgen le mandó
beber agua y no habiendo fuente, escarbó en el suelo y de allí brotó un
manantial. En repetidas ocasiones ‘La Señora’ le pedía que se hiciera penitencia
y que se rezara . Más adelante pidió que se hicieran procesiones a la gruta y que
se construyera allí mismo una capilla en su honor. El párroco de Lourdes no
creía en milagros y Bernardette fue objeto de muchos interrogatorios por parte
tanto de las autoridades civiles como eclesiásticas.
Se levantó el santuario de Lourdes, se esculpió una talla de la virgen y se colocó en la gruta. Desde entonces el agua que brotó en la gruta ha sido tenida como agua milagrosa, a la que se le han atribuido numerosas curaciones. En el año 1860, tuvo lugar la comisión eclesiástica presidida por el obispo de Tarves, Bertrand -Sévère Laurence, quien publicó una pastoral afirmando que efectivamente la Inmaculada Concepción se apareció a Bernardette.
Con dieciséis años ingresó en el hospicio de las
religiosas Hermanas de la Caridad y posteriormente fue
admitida en la comunidad de hermanas. Sufrió la incredulidad de la madre
superiora, mientras se agravaba la enfermedad del asma y una tuberculsis ósea declarada en su pierna derecha. Murió
con 35 años en el año 1979. Fue proclamada santa por Pío XI el ocho de
diciembre del año 1933.
Desde entonces, Lourdes es un centro mundial de
peregrinación, calculándose en unos ocho millones de peregrinos los que acuden
allí anualmente.
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