Las Ideas y Los Tiempos

 Maniqueísmo

Es una religión fundada en el siglo III a. C. por Mani, un sabio persa que decía de sí mismo ser el último profeta enviado por Dios. Al pretender ser la religión definitiva como lo pretenden también el islam, el cristianismo, el zoroastrismo y el budismo, tiene en común con ellas numerosas doctrinas. Se difundió por todo el mundo y perduró hasta el siglo XVII al menos en Asia Central y en China. Actualmente existen algunas sectas que se declaran maniqueas.

La religión maniquea dividía a sus seguidores en dos grupos. Los llamados ‘elegidos’ que practicaban el celibato, eran vegetarianos y pasaban mucho tiempo en oración, alcanzando el Reino de la Luz, cuando morían; y los llamados ‘oyentes’ que servían a los elegidos, podían contraer matrimonio, practicaban ayuno y al morir esperaban poder reencarnarse en elegidos.

Anualmente celebraban ‘El Bema’ su fiesta tradicional. Como objeto el Bema era un trono de cinco peldaños y cubierto de velos, que simbolizaba las cinco escalas de la jerarquía. La cima del Bema se reservaba para Mani y siempre estaba vacía. La fiesta se celebraba en primavera y tenía un paralelismo con la Pascua cristiana, pues venía precedida de ayunos, simbolizando la pasión y muerte de Mani.

Su religión era dualista: creían en dos principios en eterna lucha, el Bien y el Mal.  El  Bien se asociaba a la luz (Zurván) y El Mal, a las tinieblas (Ahrimán). Creían que es de Dios el espíritu del hombre, pero su cuerpo es del demonio. El espíritu se encuentra encerrado cautivo en el cuerpo, de modo que es necesario practicar el ascetismo para liberar la Luz.

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