San Juan de la Cruz
¿Adónde te escondiste,
Amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste
habiéndome herido;
salí tras ti clamando y eras ido.
Pastores, los que fueres
allá por las majadas al otero,
si por ventura vieres
aquel que yo más quiero,
decidle que adolezco, peno y muero.
Buscando mis amores
iré por esos montes y riberas;
no cogeré las flores,
ni temeré a las fieras,
y pasaré los fuertes y fronteras.
¡Oh bosques y espesuras
plantadas por la mano del Amado!,
¡oh prado de verduras
de flores esmaltado!,
decid si por vosotros ha pasado.
Mil gracias derramando
pasó por estos sotos con presura;
y, yéndolos mirando,
con sola su figura
vestidos los dejó de su hermosura.
(…)
Entrado se ha la
esposa
en el ameno huerto deseado,
y a su sabor reposa,
el cuello reclinado
sobre los dulces brazos del Amado.
en el ameno huerto deseado,
y a su sabor reposa,
el cuello reclinado
sobre los dulces brazos del Amado.
(…)
Gocémonos, Amado,
y vámonos a ver en tu hermosura
al monte y al collado,
do mana el agua pura;
entremos más adentro en la espesura.
Y luego a las subidas
cavernas de la piedra nos iremos
que están bien escondidas,
y allí nos entraremos,
y el mosto de granadas gustaremos.
y vámonos a ver en tu hermosura
al monte y al collado,
do mana el agua pura;
entremos más adentro en la espesura.
Y luego a las subidas
cavernas de la piedra nos iremos
que están bien escondidas,
y allí nos entraremos,
y el mosto de granadas gustaremos.
Juan de la Cruz
Poema compuesto a base
de liras que le confieren ritmo, cadencia y musicalidad.
Lírica descripción del
proceso amoroso, desde el sufrimiento de la incertidumbre, pasando por la
adquisición de la certeza y culminando con el éxtasis de la unión. Todo ello a
través de sugerentes y delicadísimas metáforas. Nada es explícito, todo es
velado, pero subsiste y nos llega con más profundidad que el erotismo expreso.
La mayoría de sus
comentaristas y biógrafos coinciden en afirmar que una de sus fuentes de
inspiración, quizá la mayor, sea “El Cantar de los Cantares”.
1 -Cantar de
los Cantares:
¿Adónde va
tu amado/…?/¿Qué dirección ha tomado tu amado?
Bajó mi
amado a su jardín/ a los macizos de las balsameras/para apacentar en los
vergeles y coger azucenas/…
Bajé a la
nozaleda/ para ver cómo verdea el valle/a ver si brota ya la viña/ y si
florecen los granados/…
Madrugaremos
para ir a las viñas/veremos si brota ya la vid/ si se entreabren las flores/ si
florecen los granados/ y allí te daré mis amores/…
Tu ombligo
es un ánfora/en que no falta el vino/tu vientre, acervo de trigo/rodeado de
azucenas/tus senos dos cervatillos mellizos de gacela/
2 -San Juan
de la Cruz:
¿Adónde te
escondiste/ amado, y me dejaste con gemido?…
Buscando mis
amores/ iré por esos montes y riberas…
¡Oh bosques
y espesuras/plantadas por la mano del Amado!/¡oh prado de verduras/ de flores
esmaltado!/decid si por vosotros ha pasado…
Gocémonos,
Amado/ y vámonos a ver en tu hermosura/ al monte y al collado/ do mana el agua
pura/ entremos más adentro en la espesura.
…y allí nos
entraremos/ y el mosto de granadas
gustaremos.
Quedéme y
olvidéme/el rostro recliné sobre el amado/cesó todo y dejéme/ dejando mi
cuidado/ entre las azucenas olvidado.
NOCHE
OSCURA
En una noche oscura
con ansias en amores inflamada
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada,
a oscuras y segura
por la secreta escala disfrazada,
¡oh dichosa ventura!
a oscuras y en celada
estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa
en secreto que nadie me veía
ni yo miraba cosa
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.
Aquesta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía
en sitio donde nadie aparecía.
¡Oh noche, que guiaste!
¡Oh noche amable más que la alborada!
¡Oh noche que juntaste
amado con amada,
amada en el amado transformada!
En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba
allí quedó dormido
y yo le regalaba
y el ventalle de cedros aire daba.
El aire de la almena
cuando yo sus cabellos esparcía
con su mano serena
y en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.
Quedéme y olvidéme
el rostro recliné sobre el amado;
cesó todo, y dejéme
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.
En una noche oscura
con ansias en amores inflamada
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada,
a oscuras y segura
por la secreta escala disfrazada,
¡oh dichosa ventura!
a oscuras y en celada
estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa
en secreto que nadie me veía
ni yo miraba cosa
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.
Aquesta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía
en sitio donde nadie aparecía.
¡Oh noche, que guiaste!
¡Oh noche amable más que la alborada!
¡Oh noche que juntaste
amado con amada,
amada en el amado transformada!
En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaba
allí quedó dormido
y yo le regalaba
y el ventalle de cedros aire daba.
El aire de la almena
cuando yo sus cabellos esparcía
con su mano serena
y en mi cuello hería
y todos mis sentidos suspendía.
Quedéme y olvidéme
el rostro recliné sobre el amado;
cesó todo, y dejéme
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.
………….
Una amante inflamada
de amores, sale de su casa de noche y en secreto en busca del amado. Nada le
importa, sólo se guía por la llama ardiente del corazón. Su amado la espera en
un lugar oculto y secreto que ella sólo sabe y allí se dirige para ser la
“amada en el amado transformada”. Y, con la complicidad de la naturaleza, en
ese lugar idílico, tiene lugar la unión, la consumación y el éxtasis:
Sin embargo…San Juan de la Cruz no se refiere al amor
entre hombre y mujer, este amor humano descrito con un sentimiento erótico
insuperable, es sólo un metáfora del amor entre el alma (esposa amante) y Dios
(el amante esposo que la espera).
Como explica el mismo autor es el “Gozo del alma por
haber adquirido el estado de perfección, que es la unión con Dios”.
Todos los comentaristas coinciden en distinguir en este
texto (También en CÁNTICO) las tres etapas o vías místicas en el camino del
alma en su proceso de acercamiento hacia Dios:
·
La vía purgativa (3 primeras estrofas).
·
La vía iluminativa (estrofas 4 y 5).
·
Vía unitiva (las tres últimas).
Imágenes: https://www.google.es
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