domingo, 2 de febrero de 2020


Las Ideas y las Tiempos

Lamaísmo

Es la religión en la que los Lamas son los jefes religiosos. Es una forma de Budismo propia del Tíbet y de algunos países fronterizos. Es una religión muy ritualizada, en la que se mezclan aspectos filosóficos, metafísicos, dialécticos, médicos, de adivinación  y técnicas de meditación. Tiene su base en el budismo tántrico que fue traído al Tíbet desde La India.
A partir del siglo XI, aparecieron grandes monasterios y escuelas de pensamiento y empezó a desarrollarse el Lamaismo, como una particularidad del Budismo. En el siglo XIV la doctrina se reformó, insistiendo en aspectos como la rigidez de la disciplina monástica, el celibato de los monjes y la dedicación al estudio. Muchos de los monasterios se convirtieron en universidades de la enseñanza lámica. En el siglo XVII se instaló el quinto Dalailama como rey del Tíbet. Entre otras cosas constituyó el modo del gobierno del Tíbet, por medio de una doble cabeza rectora: la del Pachenlama, considerado la reencarnación de Buda, y la del Dalailama, reencarnación de Bodhisattava.
A mediados del siglo XX, la China comunista ocupó el Tíbet y el Dalilama, número 130,  tuvo que huir a la India a refugiarse con su gobierno- Los chinos  destruyeron muchos monasterios  lámicos y persiguieron y mataron a los monjes. Desde la India, el Dalailama intenta que el laísmo no desparezca y trabaja visitando países y creando centros de enseñanza por Europa.
Los monasterios lamas eran como señoríos independientes con tierras de cultivo y esclavos. Eran centros de poder y de cultura. Su jefe era un gran Lama, que tenía el poder durante siete años
El pensamiento principal de la doctrina lámica es que lo único real es lo Absoluto, las cosas en sí, las cosas fenoménicas, carecen de realidad. A la Verdad Absoluta, al Vacío, se llega mediante la meditación y las técnicas del yoga y no por el razonamiento intelectual.
El rito está reservado a los monjes, la obligación de los fieles es la de acumular méritos, dando donativos a los monasterios y a los pobres y peregrinando a los lugares  sagrados. Deben recitar mantras, incluso de modo mecánico, con ruedas movibles y haciendo girar con la mano los  molinetes de oraciones. Así lograrán una próxima reencarnación  que les permitirá un conocimiento más profundo de la ley sagrada.

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