LAS IDEAS Y LOS TIEMPOS
Diógenes de Sínope (Sínope, 412 a.C. – Corinto, 323 a.C.)
Filósofo perteneciente a la escuela cínica.
He aquí sus principales ideas:
Nadie tiene derecho a la propiedad privada: "Todas
las cosas son propiedad del sabio", por tanto el robo es admisible
Virtuoso es quien suprime sus necesidades. La sociedad es
el origen de muchas necesidades que pueden evitarse mediante la austeridad. Las
privaciones son el medio para la rectificación moral.
La civilización establecida debe rechazarse. Para la
educación de los niños (paideia) se debe
practicar la gimnasia, la música y la astronomía, entre otras disciplinas, para
alcanzar la virtud (areté). Despreciaba también la mayoría de los placeres
mundanos, afirmando que los hombres obedecen a sus deseos como los esclavos.
Se dice de Diógenes que fue el primer cosmopolita pues
afirmaba que era ciudadano del mundo y no de una ciudad en particular.
Algunas
anécdotas suyas:
En una ocasión Platón explicó a Diógenes la definición
que Sócrates había d¡dado del hombre como “bípedo implume” y se dice que Diógenes
despulmó un gallo y lo soltó en la Academia diciendo : “Te he traído un
hombre”.
Según la
tradición popular Diógenes caminaba por Atenas a la luz del día llevando una
lámpara encendida y cuando se le preguntaba que por qué hacía esto contestaba:
"busco un hombre honesto sobre la faz de la tierra".
Una de sus más
famosas anécdotas es aquella en la que estaba Diógenes cenando lentejas cuando
le vio el filósofo Aristipo, que vivía confortablemente a base de adular al
rey.
Aristipo le
dijo:
— "Si
aprendieras a ser sumiso al rey, no tendrías que comer esa basura de
lentejas."
A lo que
replicó Diógenes:
— "Si
hubieras tú aprendido a comer lentejas, no tendrías que adular al rey."
Cuando se encontró con Alejandro Magno, éste se presentó
diciendo “soy Alejandro Magno”, a lo que Diógenes contestó “y yo Diógenes el
perro”. Alejandro le pteguntó “¿Por qué te llaman el perro?, a lo que Diógenes
contestño: “porque alabo a los que me dan, ladro a los que no me dan y a los
malos les muerdo”.
Pero sin duda
la más célebre fue aquella en que se encontró con Alejandro Magno mientras el
filósofo tomaba el sol plácidamente.
Alejandro entonces
le preguntó de qué modo podía servirle y Diógenes le dijo:
— "¿Puedes
apartarte para no quitarme la luz del sol? No necesito nada más".
También se dice que, estando en un banquete, algunos
invitados le tiraban huesos como si fuera un perro y que Diógenes les orinó
encima.
Imagen:https://www.google.com/
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