miércoles, 1 de julio de 2020


CUENTO INFANTIL

EL PASTOR Y EL LOBO por Esopo.

Un pastorcillo cuidaba cada día sus ovejas mientras éstas comían hierbas. Pasaba el rato lanzando piedras y viendo hasta dónde llegaban, o mirando las nubes para ver cuántas formas de animales distinguía.
Le gustaba mucho su trabajo, pero hubiera deseado que fuera algo más divertido. Y un día decidió gastar una broma a la gente del pueblo.
-¡Socorro, socorro! ¡El lobo, el lobo! -gritó muy fuerte.
Al oír los gritos del pastor, los hombres del pueblo cogieron palos y bastones y corrieron para ayudar al niño a salvar sus ovejas. Pero cuando llegaron, no vieron ningún lobo. Sólo vieron al pastorcillo que lanzaba grandes carcajadas.
-¡Os he engañado! ¡Os he engañado! -decía.
Los hombres pensaban que era una broma muy pesada. Le advirtieron que no volviera a hacerlo, a menos que, verdaderamente, estuviera allí el lobo.
Una semana después, el pastorcillo volvió a gastar la misma broma a la gente del pueblo.
-¡El lobo, el lobo! -gritó.
Una vez más, los hombres corrieron a ayudarle y no encontraron lobo alguno; sólo al chico, que se reía de ellos.
Al día siguiente llegó de verdad el lobo de la colina para devorar unas cuantas ovejas gordas.
-¡El lobo, el lobo! -gritaba el pastorcillo con toda su fuerza.
Los hombres del pueblo oyeron sus gritos de socorro y se rieron:
-Trata de gastarnos otra broma -dijeron-, pero no nos engañará.
Finalmente, el chico dejó de gritar. Sabía que los del pueblo no le creían. sabía que no iban a acudir. Todo lo que podía hacer era quedarse allí, viendo cómo el lobo devoraba sus ovejas.
Pedro y el lobo (Cuento de animales) ® Chiquipedia
Los instrumentos representando a los personajes en la versión musical de Pedro y el Lobo de Serguei Prokofiev:


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