MARCA MUJER
Juana Azurduy (Toroca, Bolivia, 1780 – Sucre, Boloivia, 1862)
Luchadora en las guerras hispanoamericanas de la
Independencia. Comandante en las guerras que dieron lugar a la llamada
‘Republiqueta de la Laguna’. Ha recibido muchos homenajes póstumos, como el de
haber sido ascendida a mariscal del Ejército de Bolivia
y generala del Ejército Argentino. Se ha imprimido papel moneda con sus
cara, se han compuesto canciones y rodado películas inspiradas en su persona.
Quedó huérfana siendo niña, y al no aceptar la tutoría de
sus tíos, fue llevada a un convento, donde se crió. A los 17 años fue expulsada
del convento por rebelde y volvió a su casa de Toroca. Se casó con Manuel
Ascensio Padilla, con el que tuvo cinco hijos. Junto con su esposo participó
activamente en la ‘Revolución de Chuquisaca’ en el año 1809. Esto supuso que
tuvieran que vivir sus hijos como guerrilleros. Sus bienes fueron confiscados
por el ejército realista, ella fue delatada y apresada con cuatro de sus hijos,
pero Azurduy asesinó a varios de sus guardianes y, junto con su esposo que
esperaba fuera, huyeron montados en tres caballos. Dejó a sus hijos al cuidado
de los indios y se unió al ejército. Posteriormente los mando a buscar y
vivieron en un campamento en las serranías de Potosí. Las condiciones de vida
deterioraron la salud de los niños, dos de ellos contrajeron la malaria y
fallecieron. Dos niñas fueron secuestradas en un rancho y, después de ser
rescatadas por Azurduy y su esposo, con derramamiento de sangre, terminaron
también por fallecer al estar contagiadas de paludismo.
A partir de este momento Azurduy tomó la resolución de
matar ella misma a los prisioneros que cogían. Determinó con su esposo tener
otro hijo y efectivamente tuvieron una niña. Ambos esposos participaron en
numerosas batallas, en escaramuzas y en guerras de guerrillas. Luchando al lado
del general Blegrano, éste concedió a Azurduy usar el uniforme militar, la puso
al frente de una división llamada ‘Decididos del perú’ y le hizo entrega de su
sable, que ella utilizó en adelante.
En el año 1816 y en la llamada batalla de la Laguna las
tropas realistas atacaron a las fuerzas de Padilla en un cuerpo a cuerpo que
duró varias horas. Padilla y sus hombres tuvieron que retirarse, pero fue
perseguido y decapitado. Azurduy intentó repeler la agresión pero fue herida en
una pierna y en el pecho, pero consiguió huir a caballo. Después consiguió una
partida de voluntarios y volvió a rescatar los restos de su marido. Provocaron
una matanza en La Laguna acaso la más cruel de las guerras independentistas.
Recogieron la cabeza de Padilla y depositaron sus restos en el altar de la
iglesia donde oficiaron una ceremonia religiosa. Posteriormente se enroló en el
ejército de Güemes. Con la muerte de Güemes terminó también la carrera militar
de Azurduy. Los últimos años vivió en la penuria, volvió a su ciudad natal con
su hija, nadie la recibió y nadie reconoció su trayectoria anterior. Recibió
sin embargo la visita de Simón Bolivar y de Sucre, quienes le asignaron una
pequeña pensión. Murió abandonada, acompañada sólo de un niño paralítico que
ella había acogido para ayudarle. Fue enterrada en una fosa común. Fue aquel
niño, siendo ya anciano, quien indicó el lugar de su sepultura y sólo entonces
se le hizo el merecido homenaje.
Imagen:https://www.google.com/
No hay comentarios:
Publicar un comentario