El jilguero

Con un sabroso gusano en el pico, volvía un jilguero a su nido y se encontró con la angustiosa sorpresa de que sus hijuelos habían desaparecido. Sin duda alguien los había robado.

Lloró, gritó y los llamó desesperado por el bosque sin resultado alguno. Un día un pinzón le dijo creer haberlos visto en casa de un campesino y el corazón del jilguero latió con fuerza, renovando su esperanza. Voló hasta la casa de aquel hombre, se posó en el tejado, observó por un rato y no vio a nadie. Dio una vuelta a la casa y, al pasar junto al balcón, vio una jaula colgada y adentro a sus hijos, prisioneros en ella.

Con el pico y las patas intentó romper aquellos barrotes. Con toda su fuerza y entusiasmo, por mucho tiempo lo intentó, pero todo fue en vano. Cuando comprendió que nunca podría liberarlos, les llevó una yerba venenosa y los pajarillos murieron al comerla.

Después el jilguero regresó a su bosque diciéndose a sí mismo que era mejor morir antes que perder la libertad.

Leonardo da Vinci

(Tomado de la red y resumido libremente)

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