domingo, 26 de febrero de 2012
LEYENDA DE LAS ESTRELLAS FUGACES
Puesto que este cajoncillo, es bien ajustable, para infinidades de cosas, he tenido la idea de colocar una leyenda sobre las estrellas fugases.
LA (INVENTADA) LEYENDA DE LAS ESTRELLAS FUGACES
Cuentan que hace muchos muchos años no existía la noche, pues Lampsé, diosa de la luz, lo iluminaba todo con sus estrellas. Pero un buen día Lampsé tuvo un precioso bebé, al que llamó Ocaso. Ocaso crecía sano y feliz, pero era hijo único y se aburría, de modo que constantemente reclamaba las atenciones de su madre. Ésta, cansada de interrumpir sus labores habituales, un día le prestó una estrella para que jugara. El niño la agarró, la miró y a continuación la tiró hacia su madre; la estrella dejó un rastro de luz y finalmente se apagó. Entonces Lampsé le dio otra estrella y el niño repitió el juego de nuevo.
Un día Lampsé, creyendo que no la tiraría, le dio la estrella más grande que tenía: el Sol. Pero Ocaso la tiró igualmente, incluso más lejos que las otras, de modo que se perdió en el horizonte. Lampsé tuvo que ir a buscar el sol, dejando al mundo sumido en una terrible oscuridad. Cuando lo encontró por fin, lo ató con un hilo invisible para que, si su hijo volvía a tirarlo, sólo tirando del hilo volviera el sol a salir de nuevo. Desde entonces el sol sale y se pone todos los días.
Dicen que en los días de verano Ocaso está más inquieto y aburrido y Lampsé le da muchas estrellas pequeñas para entretenerlo. Y por eso hay lluvias de estrellas en algunas noches de verano.
LA (INVENTADA) LEYENDA DE LAS ESTRELLAS FUGACES
Cuentan que hace muchos muchos años no existía la noche, pues Lampsé, diosa de la luz, lo iluminaba todo con sus estrellas. Pero un buen día Lampsé tuvo un precioso bebé, al que llamó Ocaso. Ocaso crecía sano y feliz, pero era hijo único y se aburría, de modo que constantemente reclamaba las atenciones de su madre. Ésta, cansada de interrumpir sus labores habituales, un día le prestó una estrella para que jugara. El niño la agarró, la miró y a continuación la tiró hacia su madre; la estrella dejó un rastro de luz y finalmente se apagó. Entonces Lampsé le dio otra estrella y el niño repitió el juego de nuevo.
Un día Lampsé, creyendo que no la tiraría, le dio la estrella más grande que tenía: el Sol. Pero Ocaso la tiró igualmente, incluso más lejos que las otras, de modo que se perdió en el horizonte. Lampsé tuvo que ir a buscar el sol, dejando al mundo sumido en una terrible oscuridad. Cuando lo encontró por fin, lo ató con un hilo invisible para que, si su hijo volvía a tirarlo, sólo tirando del hilo volviera el sol a salir de nuevo. Desde entonces el sol sale y se pone todos los días.
Dicen que en los días de verano Ocaso está más inquieto y aburrido y Lampsé le da muchas estrellas pequeñas para entretenerlo. Y por eso hay lluvias de estrellas en algunas noches de verano.
viernes, 24 de febrero de 2012
Frase: Adolfo Hitler
“Los seres humanos, producto de mezcla de razas son despreciables”
Adolfo Hitler (1889-1945) no sentía la menor consideración por ningún grupo racial que no fuera la raza aria, a la que él se decía pertenecer. Sin embargo era pequeño y moreno.
En su libro “Mi lucha” propugna la superioridad de la raza aria, de modo que la cultura y la civilización están íntimamente ligadas a la existencia del hombre ario. Las otras razas inferiores, deberán estar disponibles para el trabajo o para ser exterminados.
A pesar de tamaña aberración, todavía hay hoy “compañeros de viaje” del nazismo.
miércoles, 22 de febrero de 2012
Espantapájaros
Escuchando atento cuento de acacias,
su boquita en hilo para arriba arquea
y arrebolan sus blanquecinas mejillas
en polvo del suelo que por allí migra.
De gran abrigo con parches verdeado,
extendidos sus brazos sus dedos espigan
y sobre sus hombros los cuervos graznan
cuitas del laboro diario entre semillas.
Y en sol poniente sombrerea infante,
sobre su cabeza revoleada de trinos
donde su piel es rama de viejo árbol,
en derredor zumba vaivén de trigos.
Él siente glorioso redondear sus ojos,
admirado de tan singular paisaje
y dibujándosele tieso horizonte piensa
que si aspira en fuerza al cielo y tierra,
él es bendecido enlazado en campo
de bella dádiva que hace rotar su pierna.
María Inés Arias
martes, 14 de febrero de 2012
Las Ideas y los Tiempos
Antístenes (Atenas, 444 – 365 a. C.)
Filósofo fundador de la Escuela Cínica. Crítico con los convencionalismos sociales. Vestía con una simple túnica, un zurrón y un báculo. Tuvo muchos discípulos entre las clases populares. Según Platón fue uno de los que acompañaron a Sócrates en su celda a la hora de morir.
Predicó el ascetismo y la igualdad entre los hombres y las mujeres. Afirmaba que el sabio ha de estar por encima de las leyes y no tener familia ni patria, ni dinero. La felicidad consiste en la “autarquía”, o sea, en el dominio de sí mismo y en el desprendimiento de todo lo superfluo.
Fue el primero en definir el “enunciado”: “Aquello que dice lo que algo es o era”.
Afirma que la esencia del dios es distinta de la del resto de las cosas.
jueves, 9 de febrero de 2012
“Barcelona es bona si la bolsa sona”
EL REFRÁN
Grande, bonita, acogedora, Barcelona. Pero para disfrutar de ella es preciso tener dinero. Claro que siempre hay quien añade: “...si sona o no sona, Barcelona es bona”.
martes, 7 de febrero de 2012
Carnaval
Era el tiempo anterior a la Cuaresma en el que se prescribía el ayuno y se prohibía el consumo de carne.
La palabra proviene del italiano “carnevale”, “carne levare” es decir “quitar o eliminar la carne”. Aquí carne tiene un sentido ambivalente: como alimento y como placer sexual.
Este origen italiano era la traducción del latín “carnes tollendas”. En algunos pueblos de Castilla todavía se denomina este tiempo como “Las carnes tolendas” y en catalán se denomina “Carnestoltes”.
En castellano el “Carnestolendas” se ha ido sustituyendo poco a poco por “Carnaval”.
domingo, 5 de febrero de 2012
Receta: Pimientos del piquillo rellenos de gambas
Pimientos del piquillo rellenos de gambas, con papas rebozada de almendra molida y salsa al estragón.
Ingredientes para 4 personas:
4 Latas o botes de pimientos del piquillo.
3 cebollas medianas.
1/2 kilo de gambas.
2 Botes de nata para cocinar.
Harina, a ojo de buen cubero.
El caldo de las cabezas de las gambas.
Leche, según vaya espesando la masa.
Mantequilla, una cucharadita de palo.
Estragón.
Una hoja de laurel.
Una pizca de sal.
Unas gotas de Kechup.
Ocho papas nuevas, grandes y hermosas.
Avellana molida o en polvo.
2 Huevos.
Opcional queso para gratinar.
Procedimiento:
Se secan muy bien los pimientos del piquillos, previamente escurridos, mientras elaboramos la masa, en un cazo, ponemos a hervir agua, para las cabezas frescas de las gambas, con un toque de sal.
Una vez, hervidas, reservamos el caldo, dejando el resto de las gambas, ya peladas, aparte, para la masa.
En una sartén se pone aceite de oliva a calentar, se corta las cebollas muy finas, se agrega una hoja de laurel y cuando esté medianamente pochas, se le añade las gambas peladas bien picaditas (crudas). Cuando ya estén lista, se le va echando la harina, hay que bajar el fuego, para lograr que se cueza bien, y obtener una excelente pasta sin grumos, ni sabor a harina cruda.
Una vez que la masa no se pegue a la sartén y se haya logrado una masa homogénea, se le añade, primero las gotas de kechup, removemos muy bien y al mismo tiempo vamos echando el caldo de las gambas, intercalando con leche, se va probando de sal, cuando esté bien de sabor se deja enfriar.
Rellenamos los pimientos del piquillo, con sumo cuidado, lo ideal es con una manga pastelera, de no disponer de una, con una cucharadita de las de café, ( de esas que parece de juguete).
Cocemos las papas en un cazo, han de quedar bien tiernas, pero no demasiado, para obtener un buen resultado, cuando se apague el fuego donde hervían, tapar unos 10 minutos, luego destapamos, enfriamos y pelamos, se cortan en láminas, de un grosor, como para que de esa papa, salgan cuatro o cinco partes. A parte tendremos cerca un plato con avellana molida y otro con los huevos batidos, se pasa primero por la avellana molida, a continuación por el huevo, se fríe, vuelta y vuelta y se deja sobre un plato cubierto con un papel de cocina, para que escurra el aceite.
En cazo, ponemos una cucharada de mantequilla , una vez derretida, se espolvorea un poco de estragón, se deja como unos dos minutos y luego poco a poco se le añade la nata de cocinar, dejando que esta suba, se retira del fuego , repetimos este procedimiento unas cinco veces, se le pone una pizca de sal, probamos y cubrimos en una fuente, donde ya estarán los pimientos del piquillo junto a las papas.
Se sirven tal cual, pero se puede optar por meter al horno cinco minutos, agregándole queso rallado, el que más guste, a máxima potencia, servir y comer.
por Luci
sábado, 4 de febrero de 2012
La Idolatría de Aureliano y Amaranta Úrsula o el Juego de las Muñecas.
“Mientras él amasaba con claras de huevo los senos eréctiles de Amaranta Úrsula, o suavizaba con manteca de coco sus muslos elásticos y su vientre aduraznado, ella jugaba a las muñecas con la portentosa criatura de Aureliano, y le pintaba ojos de payaso con carmín de labios y bigotes de turco con carboncillo de las cejas, y le ponía corbatines de organza y sombreritos de papel plateado. Una noche se embadurnaron de pies a cabeza con melocotones en almíbar, se lamieron como perros y se amaron como locos en el piso del corredor y fueron despertados por un torrente de hormigas carniceras que se disponían a devorarlos vivos.”
Ya habréis adivinado que es de G.G.Márquez en su monumental “Cien años de Soledad”.
Aureliano y Amaranta Úrsula son la última pareja de la larga familia de los Buendía, antes de la desaparición de Macondo. Paradógicamente Aureliano ya no es un Buendía.
Es un amor incestuoso entre tía y sobrino y paradójicamente también nos asegura el autor que entre los incontables amores que tienen lugar a lo largo del relato, éste es el único verdadero.
La Soledad es la protagonista de estos cien años. Y esta soledad consiste en la falta del verdadero amor por parte de todos los personajes. Y otra vez paradógicamente desaparece la soledad cuando desaparece Macondo y descubre el amor su última pareja.
En cada capítulo Márquez nos transporta hacia lo exagerado y una vez allí instalados, nos deja disfrutando de su “normalidad”. ¿Qué si no por ejemplo el gorro de papel y el torrente de hormigas?
FOTO: © Brianhumek | Dreamstime.com
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