“Los seres humanos, producto de mezcla de razas son despreciables”
Adolfo Hitler (1889-1945) no sentía la menor consideración por ningún grupo racial que no fuera la raza aria, a la que él se decía pertenecer. Sin embargo era pequeño y moreno.
En su libro “Mi lucha” propugna la superioridad de la raza aria, de modo que la cultura y la civilización están íntimamente ligadas a la existencia del hombre ario. Las otras razas inferiores, deberán estar disponibles para el trabajo o para ser exterminados.
A pesar de tamaña aberración, todavía hay hoy “compañeros de viaje” del nazismo.
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