viernes, 31 de enero de 2020

jueves, 30 de enero de 2020


Concierto para oboe en re menor de Marcello 

Alessandro Ignacio Marcello fue un compositor veneciano del siglo XVIII, que además sobresalió como filósofo y matemático. Este concierto para oboe es su obra más conocida y también la más interpretada entre los conciertos para oboe propios del Barroco.
He aquí el concierto de Marcello, iunterpretado por la Orquesta Ciudad de Almería en la Catedral de la Encarnación, en el año 2015. Toca el oboe  José Antonio Masmano  y Michael Thomas es el Director.



miércoles, 29 de enero de 2020


Las Ideas y las Tiempos

Nicolás de Cusa (Kues, Alemania, 1401- Todi, Italia, 1464)

Teólogo, místico, doctor en Derecho Canónico y cardenal. Se interesó por la lógica,  la geometría y la astronomía.
 Como astrónomo afirmó que la tierra giraba alrededor del sol, que el espacio es infinito, que las estrellas son soles y que el  mundo sirve de comparación para expresar la omnipotencia divina.
Su pensamiento principal está en el concepto, que él define como “coincidentia opositorum”, coincidencia de los opuestos. Todos los opuestos, todas las contradicciones de la realidad, dice él, se superan en Dios. Como filósofo afirma que no puede sucederle nada mejor al hombre que saberse ignorante. Se llega así a una ignorancia docta. La sabiduría no viene infundida desde fuera, sino que está dentro de uno mismo.  Al  respecto escribió “La docta ignorancia. Allí se nos dice:
 “La unidad no es un número sino el origen de todo número. Entonces no hay número ni máximo ni mínimo ya que siempre es posible un número mayor o menor. Es pues el principio de todo número, en cuanto mínimo; y el fin de todo número, en cuanto máximo. La unidad absoluta es Dios.”
El mundo de las cosas es el mundo del número y de la multiplicidad y no de la unidad. En él hay contrarios, lo grande y lo pequeño, el ser y el no ser. Todo puede ser medido según el más y el menos. El mundo, afirma, es diferenciación (explicatio) de todo cuanto se encuentra unificado (complicatio) en Dios. Dios es lo Absoluto ya la vez es lo uno y múltiple.

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MARCA “MUJER”

Melissa de Samos

Lo poco que se sabe acerca de esta filósofa pitagórica, nos llega por una epístola “A Clareta” de la que es autora. En ella habla de las mujeres honestas, de sus vestidos y del rostro, que sólo debe de ser adornado por el rojo natural del pudor, que es el color de la virtud.
He aquí la Carta de Melissa a Clareta:
“Se ve claramente que la naturaleza se ha complacido en plantar en tu corazón el fruto de la virtud. En una tierna edad en que tus semejantes reducen todos sus cuidados al único objeto de su adorno, a ti te se da tan poco el tuyo que le sometes gustosísima a mis consejos; esto es darnos a entender con anticipación y desde la aurora de tu vida, que sabrás dedicar ésta a la prudencia y a la sabiduría.
Una mujer honrada y prudente debe buscar siempre para su adorno la modestia, huyendo de todo lujo. Procura manifestar en su traje la mayor limpieza, arreglándose a la más rigurosa decencia, y desprecia esos adornos superfluos inventados por el lujo, y desaprobados por la razón. Dejemos para las cortesanas esas ropas brillantes de púrpura, bordados con talco y oro: estos son los instrumento de su infame oficio, y las redes con que cogen a sus amantes.
Una mujer que sólo quiere agradar a su esposo encuentra su adorno en su virtud y no en su tocador: no procura atraerse y cautivar los votos ofensivos de los extraños. El atractivo de su prudencia y de su modestia le presta muchos más encantos que los que pudiera sacar del oro y las esmeraldas: su colorete no es otro que el amable encarnado del pudor. Sus cuidados domésticos, su atención en complacer a su marido, su afabilidad, su dulzura, tales son los adornos que realzan su belleza.
Una mujer estimable mira como una ley sagrada la voluntad de su esposo. Ella le lleva en dote su prudencia y su sumisión; pues las virtudes y la hermosura del alma deben anteponerse a ciertas gracias que se marchitarán bien pronto, y a los regalos seductores y pasajeros de la fortuna. Una enfermedad borra la belleza de las facciones; pero la del alma sólo se acaba con la vida.”



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La Bambola (La Muñeca)

Es una canción que fue rechazada por varios cantantes hasta que se atrevió Patty Pravo a interpretarla obteniendo un éxito enorme. A partir de entonces ha sido cantada por multitud de artistas hombres y mujeres. Fue compuesta en el año 1968 por Bruno Zambrini, Ruggero Cini y Franco Migliacci.
He aquí a Patty Pravo interpretando ‘La bambola’ en castellano, en diciembre del año 1968, en el programa de RTV ‘Galas del sábado’:



Las Ideas y las Tiempos

El Vedanta

Dentro del Hinduismo se encuentra la doctrina de El vedanta. Se trata de llegar al conocimiento último de los vedas hasta llegar a la Personalidad suprema de Dios. El alma se orienta hacia Dios, mediante el conocimiento. A través de los Vedas y el yoga se llega al Estado de Conciencia Originaria del alma, en el que se encuentra el sentido de la existencia y el cese del sufrimiento. El sufrimiento es producto de la ignorancia, es decir, sufrimos cuando sólo somos capaces de identificarnos con nuestro cuerpo y nuestra mente limitada.
El Veda es la ciencia del conocimiento de Dios. Veda, Dios y religión son una misma cosa. Las enseñanzas de las distintas escuelas de la filosofía hindú fueron sistematizadas entre los siglos IV a.C. y III d.C. Se presentan en forma de aforismos y frases cortas que servían para memorizar dichas enseñanzas. Se llaman Brahmasutras y Vadantasutras.  Se trata de 555 sutras contenidos en cuatro libros.

El primer libro trata del Brahman, el ser del que todo procede. Es la única realidad del mundo, aparte de él todo es falso. El segundo libro trata del origen del mundo y se afirma que el mundo es espíritu, puesto que procede del espíritu. El tercer libro explica los métodos para llegar al conocimiento y a la identidad con el Brahman y el proceso de la reencarnación. Entonces el alma se da cuenta de que no hay diferencia entre el Brahman (Dios) y ella. El Cuarto libro explica los resultados y frutos de esta práctica espiritual.

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martes, 28 de enero de 2020


LA GALLINA DE LOS HUEVO DE ORO
Anónimo sobre una fábula de Esopo

Érase un labrador tan pobre, tan pobre, que ni siquiera poseía una vaca. Era el más pobre de la aldea. Y resulta que un día, trabajando en el campo y lamentándose de su suerte, apareció un enanito que le dijo:
-Buen hombre, he oído tus lamentaciones y voy a hacer que tu fortuna cambie. Toma esta gallina; es tan maravillosa que todos los días pone un huevo de oro.
El enanito desapareció sin más ni más y el labrador llevó la gallina a su corral. Al día siguiente, ¡oh sorpresa!, encontró un huevo de oro. Lo puso en una cestita y se fue con ella a la ciudad, donde vendió el huevo por un alto precio.
Al día siguiente, loco de alegría, encontró otro huevo de oro. ¡Por fin la fortuna había entrado a su casa! Todos los días tenía un nuevo huevo.
Fue así que poco a poco, con el producto de la venta de los huevos, fue convirtiéndose en el hombre más rico de la comarca. Sin embargo, una insensata avaricia hizo presa su corazón y pensó:
“¿Por qué esperar a que cada día la gallina ponga un huevo? Mejor la mato y descubriré la mina de oro que lleva dentro”.
Y así lo hizo, pero en el interior de la gallina no encontró ninguna mina. A causa de la avaricia tan desmedida que tuvo, este tonto aldeano malogró la fortuna que tenía.

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Les feuilles mortes (Las hojas muertas)

Es una canción francesa cuya música fue compuesta por Jacques Prévert y la letra por Joseph Kosma. Ha sido cantada por multitud de intérpretes, pero la popularizó el actor y cantante italo-francés Yves Montand.
La letra habla de las hojas otoñales que son arrastradas por el viento y se acumulan como los recuerdos nostálgicos de un bello amor que un día fue y que el tiempo separó pero que nunca fue olvidado.
He aquí la interpretación de Yves Montand en el Teatro Olimpia de París:



lunes, 27 de enero de 2020


FRASES CÉLEBRES

“El doctor Livingstone, supongo”

En 1870, todo el mundo daba por muerto en África al explorador escocés David Livingstone. Patrocinado por el “New York Herald”, el periodista Henry Morton Stanley marchó en su busca.

Después de un año de recorrer el continente y pasar mil calamidades, cuando toda esperanza parecía perdida, cerca del lago Tanganica, entre un grupo de negros, Morton Stanley descubrió a un blanco, a quien a modo de saludo y sin alterarse preguntó: “El doctor Livingstone, supongo”

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MARCA “MUJER”

El mito de Atenea

Hay una analogía clara entre el mito del nacimiento de Atenea y la adquisición de la sabiduría.
El mito dice que Atenea nació de la cabeza de Zeus. Éste la había concebido de la diosa Metis y temiendo que diera a luz un hijo que le suplantara, se tragó a Metis. Pero, la concebida era una hija, Atenea, la cual, en el momento de nacer proporcionó un fortísimo dolor de cabeza a Zeus. Entonces Hefesto dio un hachazo en la cabeza de Zeus y de la hendidura nació Atenea, ya adulta y armada, como diosa de la guerra, de la sabiduría y de las artes.
Atenea es Minerva en la versión latina y aparece siempre representada por un mochuelo, como símbolo de la filosofía y de la cultura, es decir, de la sabiduría.
En honor de Atenea se llamó “ateneos” a los centros del saber y de la cultura.

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domingo, 26 de enero de 2020


Las Ideas y las Tiempos

 Polemón (Ilión, 314 a. C. – 276 – 276 a. C.)

Geógrafo y Filósofo  estoico. Se cuenta de él que, siendo rico por herencia, llevaba una vida alegre y despreocupada, hasta que un día entró por error en la Escuela filosófica de Xenócrates y se impresionó tanto por la oratoria, que se convirtió en discípulo suyo y, desde entonces vivió parcamente. Llegó a dirigir la Academia de Platón, sucediendo a Xenócrates.
Era un gran viajero y escribió sobre los lugares que visitaba, los epigramas que veía en los monumentos y las ofrendas votivas. Nada de esto se ha conservado.
Su pensamiento y preocupación filosófica era que el hombre pusiera su empeño en hacer cosas y no en discusiones dialécticas que no conducen a nada práctico. Era muy respetado y querido por su serenidad, gravedad,  cortesía, ecuanimidad y sencillez. Cuando era preguntado por algo, si estaba sentado se levantaba y  respondía siempre paseando. Se dice que vivía en un pequeño huerto, junto al cual sus discípulos se construyeron chozas para vivir cerca de su escuela.


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Jorge Enrique Adoum (Ambati, 1926 – Quito, 2009)

Poeta ecuatoriano.
Entre sus obras, ‘Entre Marx y una mujer desnuda’, ‘Notas del hijo pródigo’ ‘Relato del extranjero’ y ‘Los cuadernos de la tierra’


Resumen de la infancia

Ante todo, es preciso ordenar la infancia
como un país disperso, hallar las fechas
de su límite: la dulce iniciación
en la desobediencia, la cerradura
que por necesidad puse a mi alcoba
o la primera mujer que se guardó la noche
entre sus telas estériles, sus párpados.

Y descubrí de pronto que nadie compartía
mis costumbres: la muerte había entrado
antiguamente al patio, a la bodega,
y yo crecía sobre un osario familiar.
No sé por qué, por qué sí, por pura
gana, cambié las órdenes para la cena,
el sitio de los adornos, el precio
de las plumas; odié el muro
que cercaba la viña y el camino de orina
a los establos. Y ya no pude vivir más.
No podía establecer mi edad, mi oficio,
destruir la seguridad de cada día
o levantar los párpados hacia la luz
de afuera: un hombre pasaba sin llorar
bajo la lluvia, las aldeanas
completaban su cuerpo entre la hierba,
pero debía conservar la herencia intacta,
conocer los secretos del ganado,
calcular la distancia entre mi seca
seguridad y la aventura.

                                           Así empecé
a soñar solamente con la llave,
con la bahía donde nadie hubiera
a despedirme, con migraciones de pájaros
azules. No era la pegajosa soledad
lo que buscaba sino una familia
diseminada en la distancia, una
hora de paz bajo los árboles, una hoja
sin odio entre mis manos

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La visita
(Capítulo de novela)

Llamo a la puerta.
 –Quién es –pregunto.
–Yo, contesto.
-Adelante, digo.
Yo entro.
Me veo al que fui hace tiempo.
Me espera el que soy ahora.
No sé cuál de los dos está más viejo.

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