Las Ideas y las
Tiempos
Nicolás de Cusa (Kues,
Alemania, 1401- Todi, Italia, 1464)
Teólogo,
místico, doctor en Derecho Canónico y cardenal. Se interesó por la lógica, la geometría y la astronomía.
Como astrónomo afirmó que la tierra giraba
alrededor del sol, que el espacio es infinito, que las estrellas son soles y
que el mundo sirve de comparación para
expresar la omnipotencia divina.
Su pensamiento
principal está en el concepto, que él define como “coincidentia opositorum”,
coincidencia de los opuestos. Todos los opuestos, todas las contradicciones de
la realidad, dice él, se superan en Dios. Como filósofo afirma que no puede
sucederle nada mejor al hombre que saberse ignorante. Se llega así a una ignorancia
docta. La sabiduría no viene infundida desde fuera, sino que está dentro de uno
mismo. Al respecto escribió “La docta ignorancia. Allí
se nos dice:
“La unidad no es un número sino el origen de
todo número. Entonces no hay número ni máximo ni mínimo ya que siempre es
posible un número mayor o menor. Es pues el principio de todo número, en cuanto
mínimo; y el fin de todo número, en cuanto máximo. La unidad absoluta es Dios.”
El mundo de
las cosas es el mundo del número y de la multiplicidad y no de la unidad. En él
hay contrarios, lo grande y lo pequeño, el ser y el no ser. Todo puede ser
medido según el más y el menos. El mundo, afirma, es diferenciación
(explicatio) de todo cuanto se encuentra unificado (complicatio) en Dios. Dios
es lo Absoluto ya la vez es lo uno y múltiple.
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