Arcesilao (Pitane, 315 a. C. – 240 a. C.)

Filósofo, sucesor de Crates de Atenas en la dirección de la Academia de Platón. Rescató el  método socrático de la ironía y las preguntas como método. Contradijo un tanto de las afirmaciones de Platón, disintiendo de su manera de argüir y acercándose al escepticismo.

A la afirmación de Sócrates “sólo sé que no sé nada”, Arcesilao añadió: “ni siquiera sé de cierto que no sé nada.” Decía que el hombre debe de conformarse  con creer que sus afirmaciones son probables y verosímiles y que el criterio de verdad sea el sentido común.  Le gustaba hablar pausado, pronunciando distintamente las palabras y en tono sentencioso. Se recreaba en su retórica, era persuasivo y muchos de sus discípulos le imitaban en su manera de decir. Era mordaz en los juicios y gustaba de reprender a los demás. A propósito de esto, Timón le recordó: “y cuando reprensiones vayas sembrando, de que tú fuiste mozo no te olvides.”

Era admirador de los poetas Homero y Píndaro, de quienes acostumbraba a leer siempre algo antes de ir a dormir. Era desprendido, no era amante del dinero, gustaba de dar cuanto tenía y de prodigar beneficios a los demás. Aunque brillante, no era vanidoso. Sin importarle, hacía uso públicamente de las meretrices, por ello y por gustar de andar con los jóvenes, fue acusado de corruptor de la juventud. Nunca tomó esposa, ni tuvo hijos. Al morir, dejó toda su herencia  a su hermano Pílades.

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