Las Ideas y Los Tiempos

Wifredo el Velloso

Era hijo de Sunifredo de Urgel, noble hispano-godo, conde de Urgel, de la Cerdeña, de Barcelona, de Gerona y de Osona. Fue el primero en poder transmitir los condados en herencia, ya que hasta entonces eran los reyes francos los que  los asignaban. Así se originó la independencia ‘de facto’ de los condados de la Marca hispánica con respecto del reino franco. Wifredo fue asignado conde de Urgel y Cerdeña por Carlos el Calvo en el año 870, sucediendo en el cargo al conde Salomón de Urgel, Cerdeña y Conflente, Éste último condado lo cedió Wifredo a su hermano Miró el Viejo. Fundó la figura de vizconde para ejercer las funciones condales en ausencia del conde. Organizó su territorio en ‘veguerías’ para delimitar las áreas de colonización y los núcleos de poblamiento y trató de integrar las parroquias dentro de las diócesis. Fundó los monasterios de Santa María de  Ripoll y de San Juan de las Abadesas, nombrando a su hija Emma abadesa de este monasterio.

La expansión de sus territorios por parte de Wifredo el Velloso  hizo que los musulmanes se sintieran amenazados  y decidieron fortificar la ciudad de Lérida. Wifredo lo tomó como una provocación y atacó la ciudad que estaba gobernada por Ismail ibn Musa, pero fue un ataque frustrado. Según el historiador Ibn al-Athir, los musulmanes hicieron una gran matanza de atacantes. Unos años después,  Lubb ibn Muhammad atacó Barcelona y Wifredo murió en la lucha.

Cuando en el año 897 murió Wifredo, sus cuatro hijos Wifredo Borrell, Miró, Sunifredo y Suniario, decidieron gobernar conjuntamente todos los territorios de su padre, administrados por el primogénito (primus inter pares), Wifredo Borrell, Después, cuando empezaron a tener descendencia, cada hijo transmitió individualmente a sus herederos la parte del conjunto que gobernaba.

Durante la ‘Renaixença, se extendió la idea de que Wifredo el Piloso fue el artífice de la independencia de los condados catalanes y del nacimiento de Cataluña. Esta idea fue mitificada sobre todo por los monjes de Ripoll con su obra ‘Gesta comitum barchinonensium’ escrita en el siglo XII. A él se le atribuye también el origen de la bandera de las cuatro barras. La leyenda tiene su origen en el historiador valenciano Pere Antoni Beuter, Según él, Wifredo no llevaba ninguna divisa en su escudo dorado y le pidió al emperador Lois que le diese armas que pudiese representar en el escudo. El emperador vio como en una batalla Wifredo se había comportado con mucha valentía y que estaba sangrando por varias heridas. Entonces mojó su mano derecha en la sangre de las heridas y pasó los cuatro dedos ensangrentados por el escudo de Wifredo de arriba a bajo dejando cuatro rayas de sangre y le dijo: ‘estas serán vuestras armas, conde’. Históricamente el escudo de las cuatro barras empezó a usarlo el conde Ramón Berenguer IV después de la unión dinástica del condado de Barcelona con el reino de Aragón.

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