MARCA MUJER
Fredegunda (Montdidier. 543 – París, 597)
Fue la tercera mujer de Cilperico I, después de haber
conspirado contra las dos anteriores esposas, Audovera y Galsuinda. Era una
bella joven de origen humilde que e namoró a Chilperico I, convirtiéndose en su
concubina, mientras él estaba casado con
Audovera. Repudiada Audovera y recluida en un convento, el rey se casó con Galsuinda,
hija del rey de los visigodos Atanagildo. Galsuinda reprochaba a Chilperico I
sus continuos adulterios y un día fue hallada estrangulada en su lecho. A los
pocos días Chilperico I se casó con Fredegunda. Todo apunta a que en el destino
de las dos esposas anteriores, tuvo mucho que ver Fredegunda.
Brunegilda quiso vengar la muerte de su hermana Galsuinda
y, junto con su esposo Sigiberto intentó destronar a Chilperico I y con un
ejército efectivo invadieron Neustria,
estando a punto de lograrlo. Entonces Fredegunda envió a dos asesinos, que
haciéndose pasar por nobles que apoyaban la causa de Brunegilda, asesinaron a
Sigiberto. Después de esto, Chilperico encarceló a Brunegilda.
Para facilitar el camino al trono de sus propios hijos,
Fredegunda mandó eliminar a los hijos que Chilperico había tenido con su
primera esposa Audovera. Sin embargo, Fredegunda no logró que sus propios hijos
sobrevivieran, los hijos que iba dando a luz, iban muriendo de enfermedades infecciosas al poco tiempo de nacer. Lo tomó como un castigo divino y mandó
dar limosnas a las iglesias, pero no fue suficiente. Entonces pensó que sus
hijos morían a causa de la magia negra y, enfurecida, mandó asesinar a
Clodoveo, el ultimo hijo de Chilperico con Audovera. Y a la misma Audovera. En
el año 584 Childerico I murió envenenado, siendo sospechosa Fredegunda de su
muerte, para tapar una supuesta infidelidad suya con un noble a quien después
convertiría en mayordomo de palacio. Fredegunda, al fin había podido tener un
hijo, Clotario II. El niño fue reconocido como heredero al trono, después de
que 300 obispos y terratenientes juraran que sí era hijo de Chilperico I. De
este modo, Fredegunda se consolidó en la regencia. Siendo regente, tuvieron
lugar varios asesinatos y envenenamientos, de los que se
sospecha que Fredegunda fue la causante. En el año 597 Freegunda murió de
desentería en su palacio de París, dejando a su hijo Cloterio II, de trece
años, como rey de Neustria.
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