Las Ideas y Los Tiempos

Francisco Álvarez de Toledo (Oropesa, 1515 - Escalona, 1582)

Fue un aristócrata y militar que ocupó el cargo de  ‘Virrey de Perú’ durante más de once años. Para unos historiadores fue el más importante virrey de Perú por haber organizado el virreinato dándole una estructura legal. Para otros, fue un tirano que explotó a los indios y ordenó la ejecución de Túpac Amaru, el último líder inca.

Con ocho años entró en la Corte del rey Carlos I (V de Alemania) como paje de la reina Isabel de Portugal.  Aprendió historia, retórica , latín, teología, música, baile, esgrima y modales propios de la corte. Con quince años pasó a ser servidor del rey a quien acompañó hasta la muerte del monarca, el el 1558, en el Monasterio de Yuste. Le acompañó en sus campañas guerreras contra las plazas turcas en Túnez y Europa. Le acompañó también en Alemania, donde avanzaba el protestantismo y en las guerras contra Francia.

Bajo el reinado de Felipe II, hijo de Carlos I, fue nombrado ‘Virrey, Gobernador y Capitán general del Virreinato de Perú’ en el 1568. Al año siguiente arribó a Cartagena de Indias, ciudad del virreinato, ya que ocupaba desde Panamá hasta Argentina, comprendiendo  Ecuador, Perú Bolivia, Colombia, Venezuela, Chile y Charcas. Llegado a Lima, capital del virreinato, inició una muy seria obra de legislador y reformador, mereciendo el título de ‘Solón de Perú’. Nombró corregidores, mejoró el ejercicio de la medicina, reorganizó la Real Hacienda e instaló el Tribunal de la Inquisición, quedando fuera de la jurisdición de este tribunal, los indios. Hizo una visita, recorriendo todo el virreinato, unos 8.000 kilómetros, que duró cinco años. Se preocupó, entre otras muchas cosas, del cuidado y catequización de los indios y de levantar escuelas y hospitales. Hizo un viaje a la ciudad imperial de Potosí. Allí llevó a cabo una profunda reorganización concerniente al circuito productivo de la plata del Cerro Rico, así mismo comenzó la urbanización de la ciudad.

Debido a que su salud se debilitó a causa de la gota y de cálculos biliares, y a los continuos enfrentamientos con funcionarios eclesiásticos y civiles,  pidió con insistencia ser cesado del cargo, cosa que se produjo por célula de Felipe II en el año 1580. Vuelta a España, se dice que el rey Felipe II  le reprochó el comportamiento que tuvo con el líder inca Túpac Amaru y su familia. Enfermo y envejecido se trasladó a su lugar de nacimiento y murió en Escalona a la edad de 67 años.

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