domingo, 27 de agosto de 2023

Estaba la Catalina

Estaba la Catalina

sentada bajo un laurel

mirando la frescura

de las aguas al caer.

 

De pronto pasó un soldado

y lo hizo detener

‘Deténgase usted soldado

que una pregunta le quiero hacer.’

 

-‘¿Usted ha visto a mi  marido

en la guerra alguna vez?

-‘Yo no he visto a su marido

ni tampoco sé quién es.’

 

-’Mi marido es alto y rubio

y buen mozo como usted,

y en la punta de su espada

lleva escrito San Andrés.’

 

-‘Por los datos que me ha dado

su marido muerto es,

y me ha dejado dicho

que me case con usted.’

 

‘Eso sí que no lo hago

eso sí que no lo haré.

He esperado siete años

y otros siete esperaré. 

 

Si a los catorce años no viene

a un convento yo me iré.

Y a mis dos hijas mujeres

conmigo los llevaré.

Y a mis dos hijos varones

a la patria entregaré.’

 

-‘Calla, calla, Catalina

calla, calla de una vez,

estás hablando con tu marido

que no supiste reconocer.’

 

Así termina esta historia

de una infeliz mujer

que estaba hablando con su marido

y que no podía reconocer.



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